Sigue siendo tan bueno como cuando era el Moon Bar. El concepto, la música, la iluminación, los muros verdes, todo excelente. Lo nefasto es que haya "cadenero" y más cuando el lugar esta VACÍO!!!
El jardín vertical es lo mejor, pero los baños, el mesero que me pidió la tarjeta desde que llegué y me la regresó cuando pagué, "por seguridad", sin mencionar que es caro, me harán no regresar.