El menu degustación es mas de lo que se puede comer. Y la calidad/precio es buena. No espereis delicatessen. Comida castellana de solera.
Me ha gustado mucho, boquerones, alcachofas y sobre todo el tataki de atún. Alto de precio pero buena relación con la calidad. Repetiré sin duda.
El menú corto es impresionante. Es bonito, juguetón y sorprendente. Algunos platos son maravillosos. Y la transición salado-dulce...Jejeje, mejor la probáis.
Dejaos aconsejar por el dueño, comida con producto excelente en preparaciones sorprendentes. Tartar de vacuno y costillas. El postre de torrijas de los mejores que he probado.
Excelentes los dumplings de cocido, el rape y las empanadillas de choco. La costilla, a pesar de estar en su punto, estaba corta de intensidad, y las volandeiras sencillas.
Pedimos el menú degustación largo, y es sencillamente espectacular. La calidad de algunos platos es sublime.
Muy bueno un entrante de alcachofa fuera de carta, y el cochinillo. La perdiz correcta.
Probamos tres platos: unas correctas alcachofas con berberechos, unas buenísimas verduras al carbón, y un soberbio pulpo en su jugo. Es un sitio enorme,y el servicio está algo disperso. Pero repetiré.
El rodaballo, los cangrejos y los mejillones excelentes, las alitas y los langostinos no son nada del otro mundo. ¿Repetiré? No se....
Maravilloso, cocina de verdad, con sabores definidos, y pequeños toques de creatividad. Si tuviera que destacar algo, el pato, increíble, la liebre, y las revolconas. Trato exquisito pero cercano.
Todo espectacular. He ido varias veces y probado muchas cosas, ropa vieja, picada, tostones... seguiré yendo, claro!
Las quesadillas de camarón al ajillo un desvarío de buenas, y los tacos exquisitos. Lo más normal el guacamole. Repetiré.
